top of page

Surya Home

Centro de Tratamientos Clínicos, Retiros y Sanación.

Te invitamos al silencio y la quietud de una montaña mágica, inserta en un bosque encantado. Te invitamos al abrazo que la naturaleza tiene para ti, para que en el calor de este recogimiento, le demos la oportunidad a nuestra flor de extender sus pétalos y desplegarse en toda su extensión y su color.

Surya Home
"hogar del sol"

El Centro Surya Home es un espacio puro, libre, bello y acogedor, cada detalle está cuidadosamente diseñado y preservado, sus olores, sus maderas, sus pinturas, la presencia y huella de los lamas en cada rincón, sus comidas naturales, su agua de vertiente, las montañas, el amor que se respira, crean una experiencia única para lograr  transformaciones en las vidas de quienes lo visitan.

Beneficios: 

¿Qué puedes encontrar en Surya Home?

Según las palabras de nuestros visitantes:

Silencio, Naturaleza, Introspección, Conocimiento, Autoconocimiento, Comprensión, Meditación, Salud emocional y física, Cambio, Paz, Renovación, Sanación, Transformación, Espiritualidad, Alegría, Consciencia.

 

Nuestros visitantes, quienes se han aventurado a vivir esta experiencia nos hablan de un “antes y un después”, quienes han logrado encontrarse más profundamente consigo mismos reconocen el cambio y las respuestas en su propio ser.

 

En Surya Home encontrarás distintos programas tendientes a facilitar la conexión interior,  la ampliación de nuestro conocimiento de nosotros y de la naturaleza de la realidad que nos rodea, el verdadero descanso, la sanación profunda de dolencias tanto físicas como emocionales, trabajo clínico y terapéutico, talleres, cursos, retiros y más…

 

Momentos de gran alegría y profunda conexión…

Momentos en que la luz interior se expande como un brillo resplandeciente hacia todo nuestro ser…

Donde la Magia de nuestro interior cubre todo con belleza y amor…

Una historia...

Érase una vez en un remoto  lugar del Universo, una semilla, que danzaba grácil y contenta. Su danza era alegría, su danza era belleza. Disfrutaba entretenida en sus propios movimientos, hasta que una tarde comenzó a mirar a su alrededor, no podía percibir más que su propio ritmo, se sintió a obscuras y anheló poder mirar, poder mirarse. Se sumió entonces en un profundo y largo sueño en que danzaba y se sentía, danzaba y se miraba…

Una tarde afortunada, nuestra semilla, percibió un temblor, un estremecimiento, una mezcla de dolor y magia que le atraía y le atemorizaba, algo jamás imaginado brotaba de sí misma, toda ella estaba germinando, toda ella desaparecía y se transformaba. Entonces sintió la tierra y sintió el agua,  a ratos parecía que esta tierra la atrapaba, no podía continuar su danza, la tierra  a ratos le pesaba, el agua la abrumaba y por primera vez sintió la sed, la necesidad. Tuvo miedo, se creyó frágil, expuesta. Así estaba despertando y experimentando por primera vez la vida, asustada, dolorida, hasta que de pronto otra tarde afortunada, percibió un calor extraño, era como un gran abrigo que la cobijaba entera, se sintió acogida, amada, logró saber que ella también se amaba y podía amar.

Entonces algo se extendió, parecía que todo estaba cambiando nuevamente en ella, sintió como  el centro de su ser se abría para recibir y para dar; pudo percibir el sol, su calor le permitió abrirse y ser una flor maravillosa, una flor cuyo perfume se derramaba como miel por todas partes, una flor cuyos colores eran la impronta que ella daba a aquella luz que traspasaba  su ser. En un comienzo se sintió ciega, encandilada, poco a poco la luz le permitió ver como nunca antes lo había hecho, y en ese mágico momento nuevamente despertó, percibió el campo de flores en que estaba inserta y nunca más pudo dejar de ser parte de la fiesta de la vida, recibiendo el color y el perfume de sus compañeras, entregando su perfume y su color a quien lo recibiera, sabiéndose una flor en un gran campo de flores. Y de tanto ser y amar una tarde afortunada se sintió un planeta en un sistema solar, y de tanto ser y amar, se sintió un gran sol en una galaxia y luego una  galaxia en un gran Universo, y de pronto ella fue también el Universo y fue la flor y fue nuevamente la semilla que danzaba grácil y liviana, extasiada e inmersa en la belleza de existir.

Cuentan que las flores son un reflejo de nuestros corazones, cuentan que el gran sol que nos cobija es un reflejo de nuestra alma. SURYA HOME es el Hogar del Sol, es el Hogar del Alma, presto a cobijar, a compartir la luz, a ser parte del despertar y abrir de los corazones de quienes sientan ganas de disfrutar de esta gran fiesta de la vida.

bottom of page